El Vaticano ha informado que el cuerpo del Papa Francisco será trasladado a la Basílica de San Pedro este miércoles 23 de abril en horas de la mañana, para que los fieles puedan rendirle homenaje. Las modalidades específicas del acceso y el homenaje serán comunicadas este martes, tras la primera Congregación de Cardenales.
Según lo establecido, el cuerpo del Santo Padre será revestido primero con la sotana blanca, y luego se depositará en el ataúd. El médico leerá el informe oficial que certifica su muerte y sus causas. Posteriormente, el camarlengo dirigirá un momento de oración, se rezará un responso, y se revestirá al Papa con las vestiduras rojas, propias del luto papal. Junto a él, se colocará un cirio pascual.
Una vez concluido este rito, el camarlengo sellará las habitaciones privadas y de trabajo del Papa Francisco, para resguardar documentos y evitar manipulaciones o accesos no autorizados.
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El papa Francisco modificó el protocolo funerario el año pasado
Cabe destacar que el propio Pontífice había dispuesto modificaciones al protocolo funerario mediante el documento Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, firmado el año pasado. Entre los cambios, Francisco estableció ser velado en la capilla de su residencia, en lugar del Palacio Apostólico, y que su cuerpo fuera expuesto en un ataúd abierto, en lugar de un catafalco.
Desde el anuncio oficial de su fallecimiento, la Guardia Suiza ha cesado su protección al Santo Padre, y ahora su responsabilidad se centra en la seguridad del Colegio Cardenalicio, hasta que se elija al nuevo Sucesor de Pedro.
Finalmente, el Papa Francisco será enterrado, por voluntad propia, en la Basílica de Santa María la Mayor entre el cuarto y sexto día tras su muerte. El funeral solemne será definido por la reunión plenaria del Colegio de Cardenales.