Investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) descubrieron en el Parque Nacional Soberanía un comportamiento nunca antes visto en un polluelo de colibrí: su espalda estaba cubierta de plumones largos y esponjosos, lo que le daba una apariencia similar a la de una oruga potencialmente peligrosa.
El hallazgo fue realizado por Michael Castaño-Díaz y Sebastián Gallan Giraldo, quienes monitoreaban un nido de Colibrí Nuquiblanco (Florisuga mellivora). Tras la eclosión del huevo, notaron la inusual apariencia del polluelo y alertaron al investigador Jay Falk, especialista en la especie.
Comportamiento nunca antes visto en un polluelo de colibrí
Algunas orugas poseen pelos urticantes que pueden provocar reacciones dolorosas en la piel, lo que sugiere que esta adaptación del colibrí podría ser un caso de mimetismo defensivo. Un fenómeno similar ocurre en el Cotinga Ceniciento (Laniocera hypopyrra), un ave sudamericana cuyos polluelos imitan la apariencia de orugas para evitar depredadores.
El equipo también observó que el nido estaba recubierto con semillas del Árbol de Balsa (Ochroma pyramidale), que tienen una textura similar a los plumones del polluelo. Esto abre la posibilidad de que, más que imitar a una oruga, el ave podría estar usando el camuflaje para pasar desapercibida en su entorno.
El hallazgo representa un avance en la comprensión del comportamiento de estas aves y sugiere nuevas líneas de investigación sobre sus estrategias de supervivencia.
FUENTE: @stri_panama