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Bad Bunny anuncia 21 conciertos en Puerto Rico titulados "No me quiero ir de aquí"

El anuncio de Bad Bunny se produce tras el exitoso lanzamiento de su último álbum de estudio, "Debí tirar más foto".

Noemí Ruíz
Por Noemí Ruíz

El cantante puertorriqueño Bad Bunny sorprendió este lunes al anunciar una serie de 21 conciertos en su tierra natal, Puerto Rico. Lo más destacado del anuncio es que los primeros nueve conciertos estarán limitados exclusivamente a los residentes de la isla, como una forma de reafirmar su conexión con su público local.

Detalles de la gira de Bad Bunny

La serie de espectáculos, titulada "No me quiero ir de aquí", se llevará a cabo en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, conocido como "El Choli", en San Juan. Los conciertos comenzarán el 11 de julio y se extenderán durante tres fines de semana consecutivos, de viernes a domingo. El Choli, con una capacidad de aproximadamente 18,000 espectadores, será el epicentro de lo que promete ser un evento histórico para la música latina.

Un homenaje a sus raíces

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Este anuncio llega tras el lanzamiento del último álbum de estudio del artista, titulado "Debí tirar más fotos", que debutó en el primer lugar de las listas de popularidad. Según Billboard, este álbum tuvo la mejor semana de streaming para un disco latino en más de un año.

El disco y la serie de conciertos son un tributo directo a las raíces de Bad Bunny en Puerto Rico, explorando ritmos autóctonos y cuestiones históricas. Además, el álbum es considerado como un grito de resistencia frente a las problemáticas coloniales de la isla, con fuertes críticas a cómo el turismo y el lujo han sido favorecidos sobre las necesidades de los puertorriqueños.

Un mensaje político y cultural

El artista utiliza tanto su música como sus plataformas para promover un mensaje de identidad cultural y soberanía para Puerto Rico. El álbum es descrito como una lección de historia musical de la isla y un llamado a la independencia, cuestionando el actual estatus de Puerto Rico como Estado Libre Asociado de Estados Unidos.

La decisión de reservar los primeros conciertos para residentes locales resalta este mensaje de pertenencia y orgullo puertorriqueño, destacando la importancia de la comunidad en el legado de Bad Bunny.