Desde el 28 de agosto de 2024, el Gobierno de China ha puesto fin a su programa de adopciones internacionales, una medida que representa un cambio importante en su política de adopción. A partir de ahora, solo se permitirá que extranjeros adopten a niños e hijastros de familiares hasta el tercer grado de consanguinidad, y el proceso deberá realizarse dentro de las fronteras chinas.
¿Cuál es la razón de la medida en China?
El motivo detrás de esta decisión tiene varias aristas. Por un lado, el flujo de adopciones internacionales ya había sido limitado desde la pandemia de COVID-19. Además, las tensiones diplomáticas entre China y Occidente han influido en las políticas internas del país. Sin embargo, el factor más destacado es el reto demográfico al que se enfrenta China. En 2023, el país experimentó una reducción de su población por segundo año consecutivo, acompañada de un desplome en la tasa de natalidad, lo que ha generado preocupación sobre el futuro crecimiento poblacional.
Esta decisión responde tanto a la necesidad de manejar de manera más estricta los procesos de adopción como a los desafíos demográficos que afectan al gigante asiático.